El pasado 13 de octubre, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, publicó una orden ejecutiva para coordinar esfuerzos dentro de su gobierno para eventos de clima espacial: erupciones solares, partículas energéticas y perturbaciones geomagnéticas.

La razón de esta decisión fue porque estos fenómenos fuera de la atmósfera terrestre producen regularmente algunas afectaciones en sistemas relevantes a nivel tecnológico y de infraestructura “como el GPS, las operaciones satelitales, de comunicación, aviación y la red de energía eléctrica”.

“El clima espacial tiene el potencial de afectar y alterar la salud y la seguridad de manera simultánea en los continentes”, explicó el parte informativo. Por ello, es “asunto político en EU prepararse para eventos de clima espacial para reducir al mínimo el grado de pérdida económica y de afectación humana”.

Para la Dra. Lorena Arias Montaño, docente del Departamento de Física y Matemáticas de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, la decisión de la administración Obama “muestra una acertada política de prevención ante los grandes y costosos daños que uno de estos eventos pueden causar”.

Aunque comentó que la “probabilidad de que el Sol tenga una potente eyección de masa coronal (partículas eléctricamente cargadas) y que esta tenga interacción con la Tierra puede ser baja, sin embargo esto no asegura que nunca vaya a pasar”.

La especialista de la IBERO afirmó que la decisión política de Obama de “ninguna manera debe interpretarse como respuesta a una predicción específica hecha por los científicos que estudian el clima espacial”.

Sin embargo, afirmó el potencial de afectación de estos fenómenos. “Una tormenta solar de gran magnitud podrían dejar inhabilitados servicios prioritarios como las comunicaciones, el suministro de agua y lo necesario para conservar en buen estado alimentos y medicamentos”. 

La también integrante del Centro Astronómico Clavius de la IBERO afirmó que con esta medida Estados Unidos se convierte en pionero en tomar decisiones reales preventivas, frente a fenómenos y climas espaciales. 

Expresó que “sería ideal que cada nación tuviera un plan de prevención ante la posibilidad de ser alcanzados por una tormenta solar”, por ejemplo, y señaló que varios países contribuyen al estudio de los cambios que el campo magnético del planeta (nuestro escudo protector) a partir del efecto del clima espacial.

Cabe señalar que el presidente Barack Obama nunca predijo una tormenta solar catastrófica y mucho menos marcó una fecha, como se ha difundido en medios de comunicación y a través de redes sociales, simplemente es el arranque de un modelo de prevención frente a estos fenómenos espaciales. 

VIDEO: Llamarada solar en julio de 2012