Jóvenes, dispuestos a pagar el lujo de vivir en la Condesa

Jue, 4 Feb 2016
Llegan a gastar hasta 50 por ciento de sus ingresos en la renta
Su estrategia de supervivencia es cohabitar con roomies (compañeros de departamento)
  • Dr. Héctor Quiroz, urbanista que dictó en la IBERO la conferencia "Ciudad compacta, del concepto a la práctica".

En la Ciudad de México existen grupos de jóvenes dispuestos a gastar hasta la mitad de su sueldo por habitar en la Condesa, colonia cuyo estilo de vida se ha convertido en un producto de lujo que pudiera no estar al alcance de su capacidad económica.

Ese tipo de personas, que suelen ser treintañeros, solteros, sin compromisos y sin hijos, deciden erogar incluso 50 por ciento de sus ingresos en el pago de la renta, aunque esto carezca de sentido, pues lo recomendable es destinar a este rubro la tercera parte como máximo, dijo en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México el doctor Héctor Quiroz Rothe, urbanista.

El académico, quien por invitación del Departamento de Arquitectura acudió a la Ibero para dar la Conferencia "Ciudad compacta, del concepto a la práctica", agregó que como estrategia de supervivencia ese tipo de residentes de la Condesa adoptó una figura que hace dos décadas no existía en México, la del roomie, el compañero de cuarto con el cual se comparten el departamento y sus gastos.

Una de las razones que los convence de tomar la decisión de vivir en esos barrios de lujo, con cafés y tiendas de alimentos orgánicos en la planta baja, es el imaginario creado sutilmente por los medios, por ejemplo, las series de televisión (tipo Friends), donde muestran el estilo de vida de clases medias emergentes globalizadas.

“En su discurso ellos (los jóvenes) te dicen: yo tengo que vivir aquí para poder desarrollar mi trabajo; aquí es donde están mis clientes, aquí están los lugares en donde yo convivo, en donde me encuentro con mis amigos”.

Jóvenes de este tipo que viven en la Condesa son los agentes de los procesos de gentrificación (proceso mediante el cual la población original de un sector o barrio, generalmente céntrico y popular, es progresivamente desplazada por otra de un nivel adquisitivo mayor); pero curiosamente al mismo tiempo son víctimas de esa gentrificación, pues cuando se casan y nacen sus hijos cambian su residencia a una vivienda unifamiliar en la periferia.

Quiroz, miembro fundador del Instituto Mexicano de Urbanismo y del Laboratorio Hábitat Social,  añadió que otra tendencia actual es el retorno de adultos mayores a la ciudad central, porque ahí es donde vuelven a encontrar ciertas comodidades, como no tener que usar el coche porque deben recorrer distancias cortas para llegar a sus destinos, por ejemplo los centros de esparcimiento, sean cines o cafés, donde pueden tener una vida social interesante.

Es como un ciclo de vida: de niño habitas una vivienda unifamiliar en la periferia, de joven vives en el centro de la ciudad, cuando tienes familia te vuelves a ir a la periferia, y a los 60 o 70 años regresas a la centralidad. “Parece ser que ese ciclo está empezando a ser aceptado y asumido, tanto por los urbanistas como por los desarrolladores, es decir, van creando productos estandarizados”.

La ponencia "Ciudad compacta, del concepto a la práctica", homónima del libro que el invitado de la Ibero coordinó y presentó en esta universidad, marcó el inicio del Ciclo de Conferencias "¿Smart cities? Herramientas para optimizar las dinámicas urbanas", de la Maestría en Proyectos para el Desarrollo Urbano de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

Pedro Rendón

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