Carrot, empresa de movilidad e impacto social de egresada IBERO

Lun, 23 Oct 2017
Jimena Pardo fundó en 2012 esta empresa de renta de autos que ahora se expandirá a tres ciudades en América Latina
  • Jimena Pardo, egresada de la Licenciatura en Ingeniería Industrial (2004-2008), es fundadora y directora general de Carrot (Cortesía).

Hace cinco años, Jimena Pardo, egresada de la Licenciatura de Ingeniería Industrial de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, se preguntó de qué manera podría ayudar a la movilidad en nuestra urbe e impactar positivamente al medio ambiente, a partir de una empresa que fuera rentable, generara recursos y empleos. 

A partir de esta reflexión, se fundó Carrot, un servicio de autos compartidos, que tras cinco años en el mercado comienza su expansión en el país, a través de Carrot Share, con miras a romper fronteras e instalarse en al menos tres ciudades en América Latina, lo que demuestra, afirma la entrevistada, que en México si funcionan negocios de servicio para la comunidad. 

En entrevista para C+IBERO, Pardo explica que “la idea fue poner diferentes carros en distintas zonas de la Ciudad de México, tener acceso a ellos cuando se necesitara, ya fuera por hora o por día y, mediante este mecanismo, fomentar el uso del transporte público, sabiendo que si necesitabas un coche, había uno disponible”. 

Enfatizó que con la compañía se busca el uso racional de los automóviles y aliviar el tránsito en nuestra capital. “El motivo de Carrot es poder eliminar más coches”, no sólo en México, pues para enero de 2018, esta plataforma estará en Bogotá, Colombia, y para finales de ese año, en dos ciudades más en la región: Santiago, Chile; y Buenos Aires, Argentina. 

Una historia que empezó con tres 

A la distancia, recuerda que su prueba beta arrancó en La Condesa, apenas con tres autos, mismos que fueron adquiridos por ella y su cofundador, Diego Solórzano, literalmente, con sus tarjetas de crédito, pues cuando se acercaron a solicitar financiamiento, simplemente no hubo opción. 

“Como no existía ninguna otra plataforma de coches compartidos en el país, lo que hicimos fue ver otros modelos que habían funcionado en otros lugares y tratar de imitarlos, y probar si alguien en México realmente estaba dispuesto a hacerlo. Buscamos financiamiento y casi siempre teníamos las mismas respuestas: es un tipo de negocio que suena padrísimo, pero no funciona en México”. 

Esa prueba fue vital para consolidar a Carrot, pues lograron ‘levantar’ capital en un fondo de inversión semilla y ampliar la flotilla. Fueron 20 las unidades con las que arrancaron oficialmente. “Lo padre es que ahora, a cinco años, demostramos a todas esas personas que nos dijeron que no iba a jalar, que sí se puede; la verdad, los mexicanos desconfiamos mucho de los mexicanos”. 

Con casi 100 unidades en la CDMX, la mayoría en las colonias Polanco, Juárez, Condesa, Roma, Centro, Del Valle, Coyoacán, Narvarte, el futuro de la empresa se avizora interesante, con costos competitivos frente a arrendadoras tradicionales, elementos de seguridad y el uso de tecnología para solicitar el servicio —a través de una app o de la página web de la empresa—. 

Pardo comenta que hay dos cifras para destacar: la primera, 20% de los clientes de Carrot vendieron su auto; segunda, 70% pospusieron la compra de un vehículo. Respecto a actos vandálicos contra las unidades, afirma que es de menos de uno por ciento, cuando en empresas similares alrededor del mundo es de 10 a 15%.

“Eso nos empodera para decir que este tipo de servicios sí pueden entrar a México y que ya hay una clase media lista para usarlos”.

Al preguntarle qué tan difícil es ser emprendedor en México, Jimena, quien estudió en la IBERO de 2004 a 2008, responde que es complicado como en cualquier lugar. Manifiesta que hay una visión romántica sobre el emprendedurismo, pues se piensa que al ser tu propio jefe, hay mayores libertades, “lo cierto es que esas libertades se convierten en muchas más responsabilidades”.  

Carrot, ‘coches de manzana’

“Los autos de Carrot son realmente coches de manzana”, apunta la egresada de la IBERO, por lo que son cuidados por los usuarios. En el caso de Share, la empatía juega un papel importante, pues al conocer al dueño del vehículo el buen uso es una constante.

Aunque el servicio normal proporcionado por la empresa cuenta con un equipo que garantiza la calidad del auto, el de Carrot Share también tiene una serie de candados para impedir alguna queja y lograr que la experiencia siga siendo placentera.

En este segundo plan, “como es la gente la que pone a disposición el coche, para nosotros es imposible poder garantizar que esté en perfecto estado. Lo que estamos utilizando es el sistema de evaluación en donde puedes calificar el vehículo que estás rentando y, a su vez, el propietario puede evaluar cómo se lo regresa el conductor”.

Sin embargo, un plus de Carrot Share es el costo de renta, pues la diferencia con otras empresas es de hasta 40%.

En cuanto a la seguridad, explica que a los dueños se les exige tener asegurados los vehículos. Por su parte, la compañía verifica los datos de quienes buscan asociarse con Carrot, y a través de un algoritmo verifica la autenticidad de los datos de los propietarios.

“Otro gran nivel de seguridad es que nuestros coches se pueden inmovilizar y rastrear vía computadora.  Esa es otra recomendación que le damos a los propietarios, comprar un GPS, que es económico, con un inmovilizador para parar el coche”.

Jimena Pardo expresa que la forma de usar Carrot es fácil, pues sólo hay que descargar la app o entrar desde el sitio web e inscribirse. Los usuarios deben enviar fotos de la licencia y de la identificación oficial, tomarse una selfie e ingresar los datos de alguna tarjeta de crédito.

“Después, abre un mapa con los coches y su ubicación, el horario y puedes comenzar a utilizarlo. La apertura del coche es con la aplicación. Ya no es necesario que recibas una tarjeta como antes. Directamente, desde el celular: llegas al coche, aprietas un botón y se botan los seguros. El chiste es que te lo lleves como si fuera tu coche”.

El impacto de la IBERO 

Cuatro años de formación académica le sirvieron a Jimena Pardo para adquirir conocimientos suficientes para liderar una empresa que, a partir de la incorporación de Carrot Share, ahora cuenta con 200 vehículos disponibles en la Ciudad de México y en el resto del país, y más de 200 mil usuarios inscritos en su plataforma.  

Respecto a su paso por la Universidad Iberoamericana, asegura que su corte humanista está presente en toda su labor profesional. 

“Reconozco mi formación en la IBERO, no sólo por mis conocimientos académicos, por los que me siento capaz de liderar una empresa, sino también en la filosofía de la IBERO, en la que hacemos empresas buenas para la sociedad, para el equipo cercano, que tengan impacto positivo en nuestra ciudad, que puedan cubrir una necesidad, que sean buenos para nuestros proveedores y para los clientes. Llevar esa línea ética en todas las vertientes que tiene el negocio”. 

Aconsejó a las y los estudiantes universitarios a que empiecen desde ahora a crear este tipo de negocios, pues tienen acceso a profesores y asesorías. “No se esperen a salir o tener una experiencia laboral, lo que pueden hacer desde ahorita es ir aprovechando el tiempo y los conocimientos que hay en la IBERO para crear un modelo de negocio de impacto para el país”. 

Algunas cualidades de los egresados de esta casa de estudios, enfatiza, es que tienen un perfil innovador, pues más que crear una empresa, tienen la motivación de dar una solución social, y por ello se embarcan en este complejo proceso de emprender un negocio. 

¿Sabías que…? 

·       El habitante promedio tarda en promedio una hora con 21 minutos diarias de su casa al trabajo. Es decir, casi tres horas en el coche. 

·       Un auto se deprecia hasta 20% sólo por sacarlo de la agenda. Además, sólo se usa 10% del tiempo, el resto permanece estacionado. 

·       Un coche compartido elimina entre 10 y 15 autos en circulación. 

Dato 

Carrot funciona en la CDMX; mientras que Carrot Share, un servicio donde propietarios ponen disponibles sus autos, se extiende al resto del país. Este sistema operará en Colombia, Chile y Argentina, en 2018.

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Iván Cabrera

 

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